lunes, 17 de abril de 2017

Hay 2 Españas, más lejos de Europa


Rajoy presume de que somos el país europeo que más crece (incierto: fuimos el 8º en 2016) pero no dice que estamos más lejos de Europa que antes de la crisis. Si en 2007 teníamos una renta por habitante que superaba la europea (el 103%), luego ha bajado y en 2015 teníamos el 90% de la renta europea. Somos el país 14º en el ranking UE de riqueza por habitante, aunque seamos el 4º país que más produce. Estamos más lejos de Europa y de forma desigual. Hay 4 regiones con una renta superior a la europea: Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña. Y 7 que no llegan al 75% de la renta europea: Extremadura, Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia, Canarias, Ceuta y Melilla. Sigue habiendo dos Españas, más desiguales entre sí que antes de la crisis. Y además, son las mismas que en 2008 y en 1983. Tenemos un doble problema de fondo: hay españoles y europeos de primera y de segunda. Y llevamos décadas así.
 
enrique ortega

España creció un 3,2% en 2016, el tercer año de la recuperación, el 8º mayor crecimiento en la Unión Europea, tras Rumanía (+4,9%), Irlanda (+4,3%), Malta (+4%), Luxemburgo (+3,8%), Eslovaquia, Bulgaria y Suecia (+3,3% cada uno). Pero este crecimiento fue muy desigual por autonomías. Así, crecieron por encima de la media Baleares (+3,8%), Madrid (+3,7%), Canarias y Cataluña (+3,5%), Galicia (+3,4%), Comunidad Valenciana, Ceuta y Castilla y León (+3,3% las tres). El resto crecieron menos y en especial la Rioja (+1,5%), Asturias (+1,9%), Extremadura (+2%) y Cantabria (+2,3%), según el INE. Antes, en la primera Legislatura de Rajoy (2012-2015), España decreció un -2,2% (PIB) y sólo dos regiones aumentaron su producción (Madrid y Cataluña), dos la estabilizaron (Canarias y Extremadura) y las 15 restantes empeoraron (cayó su PIB), en especial Cantabria, Melilla, Asturias y Castilla y León.

Tras estos ocho años de crisis, España produce todavía algo menos que en 2008: 23.970 euros por habitante (2016), un 1,3% menos de los 24.274 euros por español que se generaron en 2008, según los últimos datos del INE. Pero hay 5 autonomías que ya han salido de la crisis y produjeron en 2015 más que en 2008: Madrid, País Vasco, Cataluña, Castilla y León y Galicia. Las otras 12 autonomías, más Ceuta y Melilla, siguen todavía sin recuperar su producción anterior a la crisis, siendo Andalucía, Melilla, Castilla la Mancha, Murcia y Canarias las regiones  que están más lejos de hacerlo.

Con todo, hay 7 regiones que conforman la lista de la España rica, por su mayor producción (PIB) por habitante en 2016, según acaba de publicar el INE: Madrid (32.723 euros/habitante), País Vasco (31.805), Navarra (29.807), Cataluña (28.590), Aragón (26.328), La Rioja (25.692) y Baleares (24.870 euros/habitante). Y otras 7 regiones que están a la cola de la producción por habitante, que configuran la España pobre: Extremadura (16.369 euros/habitante), Andalucía (17.651), Melilla (17.686), Castilla la Mancha (18.591), Murcia (19.411), Ceuta (19.446) y Canarias (19.867 euros/habitante). Lo más preocupante es que antes de la crisis, en 2008, las 7 regiones más ricas eran exactamente las mismas que en 2016 y en el mismo orden. Y las 7 regiones más pobres de hoy son exactamente las mismas que en 2008. Eso sí: la desigualdad ha aumentado. Si en 2008, el PIB por habitante de Madrid era 1,93 veces el de Extremadura, en 2016 ha sido de 1,99 veces.  Pero hay más. Si miramos las estadísticas de 1983, antes de que España ingresara en Europa (1986), las regiones ricas y pobres eran las mismas que hoy. Tres décadas perdidas.

Esta mayor o menor producción por habitante de las regiones españolas durante la crisis explica que unas tengan más o menos empleo y más o menos parados. En principio, de los 1.372.900 empleos creados en España entre 2014 y 2016 se han beneficiado sobre todo Andalucía (274.300 nuevos empleos), Cataluña (+203.900), Madrid (194.400) y la Comunidad Valenciana (180.300). Pero esto no indica mucho, porque son las autonomías con más población y trabajadores. Lo importante es ver qué regiones tienen más empleo, dónde trabaja más gente. Y así resulta que, a finales de 2016(EPA), en España trabajaban el 61,05 por 100 de los adultos (16-64 años), pero había 7 autonomías donde trabajaba un mayor porcentaje de gente: la Rioja (68,02%), Navarra (67,92%), Madrid (67,26%), Aragón (66,87%), Cataluña (66,78%), Baleares (66,52%) y País Vasco (66,265), una lista que coincide exactamente con la de las 7 autonomías más ricas. Y al contrario. Las 7 autonomías con menos personas trabajando son Extremadura (50,86 de los adultos), Andalucía (51,2%), Canarias (55,26%), Castilla la Mancha (57,87%), Asturias (59,46%), Murcia (59,05%) y Ceuta (50,35%), exactamente las 7 regiones más pobres.

Y lo mismo pasa con el paro. Las tasas de desempleo más altas se dan en las regiones más pobres, según la EPA 2016: Extremadura (28,31%), Andalucía (28,25%), Melilla (27,38%), Canarias (24,90%), Ceuta (22,39) Castilla la Mancha (22,14%), muy alejadas de la tasa media de paro española (18,63%). Y las regiones con menos paro son también las más ricas: Navarra (10,01% de paro), la Rioja (10,90%), País vasco (12,27%), Cantabria (12,89%), Aragón (13,53%), Baleares (13,89%), Madrid (14,60%) y Cataluña (14,65%).

Una buena parte de esta desigualdad regional en el empleo y el paro, que luego se traduce en las diferencias de producción (PIB por habitante) se deben al distinto modelo económico de las autonomías, donde ganan las que tienen más industria, más inversión y más exportación, junto a mayor tecnología y formación . Y luego está el papel del Estado, que tiene una serie de mecanismos para intentar reducir las diferencias entre las regiones y sus ciudadanos. La principal son los impuestos, haciendo que paguen más los que menos tienen. El problema en estos años de crisis ha sido que las mayores subidas de impuestos se han dado en los impuestos indirectos (IVA, carburantes, tasas), que se pagan igual se gane lo que se gane y no ayudan a redistribuir la riqueza. Lo mismo ha pasado con las prestaciones sociales, desde el paro a las pensiones, becas y ayudas familiares y sociales: se han recortado drásticamente (-30.000 millones desde 2010) y eso ha perjudicado a los que menos tienen y a las regiones más pobres. Y también se han recortado las inversiones públicas (a la mitad),que reparten infraestructuras y empleo, “tirando” de las regiones más deprimidas.

Al final, el cocktail del distinto modelo económico, la crisis, los impuestos y los recortes, más un desigual sistema de financiación autonómica, han agravado las desigualdades durante la crisis, no sólo entre españoles sino también entre regiones, según los datos del INE. La renta media por persona ha caído en toda España un 2,96% en estos 8 años: de 10.737 euros en 2008 a 10.419 en 2016. Pero esa caída de la renta también ha sido desigual. Hay 7 regiones que ya tenían en 2016 una renta por habitante superior a la de antes de la crisis: Aragón (+8,2%), Galicia (+7,7%), Ceuta (5,7%), Extremadura (+4,5%), la Rioja (+1,97%), Castilla y León (+0,78%) y  Madrid (+0,3%). Y las 12 regiones restantes todavía tienen una renta por persona inferior a la de 2008. Pero el mapa no ha cambiado, según los últimos datos del INE. Las 6 regiones con más renta por habitante en 2016, las 6 más ricas, son País Vasco (13.836 euros/habitante), Navarra (13.300), Madrid (12.534), Aragón (12.427), Cataluña (12.283) y Asturias (11.427), exactamente las mismas que en 2008. Y las 7 más pobres, con menos renta por habitante, son Murcia (7.924 euros), Andalucía (7.942), Extremadura (8.469), Castilla la Mancha (8.498), Ceuta (8.512), Canarias (8.640) y la Comunidad Valenciana (9.098), también las mismas que en 2008. Y lo peor: se han agravado las diferencias. Si en 2008, un vasco tenía 1,73 veces la renta de un extremeño (los más pobres), en 2016 tiene 1,75 veces la renta de un murciano (los más pobres hoy).

Así que sigue habiendo 2 Españas, con enormes diferencias de producción, empleo, paro y renta. Y las regiones ricas y pobres son las mismas que antes de la crisis e incluso que antes de entrar en Europa. Además, no sólo se han agravado las diferencias dentro de España sino también con Europa, por mucho que ahora crezcamos más que la mayoría. Los datos son claros. España entró en la Unión Europea, en 1986, con un 72% de la renta media comunitaria (PIB/habitante) y en 2002 alcanzó el 100%.Vivimos igual que la media de europeos hasta 2004 e incluso en 2007 superamos la renta media europea (103%). Pero a partir de ahí, con la crisis, empezamos a caer y ya en 2010 perdimos la media europea (bajamos al 96% de la renta UE-28) para seguir bajando al 93% (2011), al 91% en 2012 y al 90% en 2015, el dato recién publicado por Eurostat. Eso significa que hemos hecho un camino de ida y vuelta al nivel de vida europeo y que ahora estamos como hace 15 años.

La renta media española, medida por PIB por habitante en poder de compra (considerando la inflación) fue de 25.900 euros en 2015, un 90% de la media europea (28.900 euros), según Eurostat. Y eso coloca a España en el puesto nº 14 del ranking europeo de riqueza, muy lejos del 4º puesto que nos corresponde en Europa por producción (PIB), tras Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. El pelotón de paises ricos europeos (por PIB/habitante) lo encabezan Luxemburgo (76.200 euros por habitante, el 264% de la media europea y el triple que España), Irlanda (177% del PIB por habitante europeo), Austria y Holanda (128%), Dinamarca (127%), Alemania y Suecia (124%), seguidos de Bélgica (119%), Finlandia (109%), Reino Unido (108%), Francia (106%), Italia (96% PIB UE-28) y Malta (93%), los 13 paises europeos más ricos que España. Y al final de la lista quedan los 14 paises europeos más pobres que España, encabezados por Bulgaria (47% del PIB/habitante europeo), Rumanía (57%), Croacia (58%), Letonia (64%), Hungría y Grecia (68%).

Ya no es sólo que España se haya alejado de la renta media europea y haya 13 paises más ricos, que tienen más renta por habitante (PIB). Es que sólo 4 regiones españolas tienen una renta superior a la media europea (2015): Madrid (123% del PIB/habitante europeo), País Vasco (119%), Navarra (113%) y Cataluña (107%). Y hay 7 regiones españolas que están entre las regiones más pobres de Europa, que no llegaban al 75% de la renta media europea en 2015, según la reciente estadística de Eurostat: Extremadura (62% del PIB/habitante europeo), Andalucía (66%), Melilla (66%), Castilla la Mancha (70%), Canarias (74%), Murcia (73%) y Ceuta (73%). Lo peor no es sólo eso, sino que en 1983, antes de entrar en Europa, había también 7 regiones españolas que no llegaban al 75% de la renta por habitante europea. Han pasado 34 años, hemos crecido, pero esas regiones españolas siguen en el pelotón de las regiones pobres europeas, liderado por la Europa del Este.

Es un porrón de estadísticas que se resumen en dos ideas. Sigue habiendo dos Españas muy distanciadas y nos hemos alejado del nivel de vida de Europa. Vayamos a las causas. La primera y fundamental, porque tenemos un modelo económico que ha sufrido más la crisis, al decrecer más la economía y perder más empleo que el resto de Europa (que ya se ha recuperado y nosotros todavía no). La segunda, porque España ha sufrido una mayor devaluación de los salarios que el resto de Europa. La tercera, que aquí hemos tenido más recortes (en ayudas y gastos sociales) y han aumentado más los impuestos (aún con la rebaja de 2015 y 2016, pagamos más impuestos que en 2011), lo que ha provocado (junto al paro, la precariedad y los bajos salarios)  una caída más drástica de ingresos de las familias. Y con todo ello, nos hemos quedado más rezagados de Europa que antes de la crisis.

¿Qué se puede hacer? No hay una “receta milagro” para corregir las desigualdades entre regiones y con Europa. Hay que actuar en varios frentes, dentro y fuera de España. Aquí, las prioridades deben ser reformar el sistema de financiación de las autonomíaspara que sea más justo y ayude a reducir desigualdades. Pero la receta fundamental es la política fiscal, los impuestos, conseguir más ingresos públicos (luchando contra el fraude y haciendo que paguen más impuestos las grandes empresas, multinacionales y los más ricos) para dedicarlos a ayudas contra la pobreza y la desigualdad, a promover inversiones públicas y privadas en las regiones más atrasadas, en infraestructuras, reindustrialización, exportaciones,  tecnología (las más ricas, como el país Vasco, Navarra o Madrid son las que más gastan en I+D+i), educación, formación y digitalización. Y a nivel europeo, urge un Plan Marshall para ayudar al desarrollo de la Europa del sur y las regiones más atrasadas, promoviendo inversiones públicas y ayudas con más recursos europeos.

Son dos problemas muy de fondo, de los que no hablan los políticos pero que lastran nuestro presente y nuestro futuro: la desigualdad regional de España y nuestro retraso con Europa. Llevan más de 30 años ahí y no sólo no se corrigen sino que se han agravado con la crisis. Pero se pueden corregir en las próximas décadas, eso sí, con otras políticas en España y en Europa, buscando no sólo crecer más sino crecer de otra manera, con más igualdad. Se puede y se debe. Porque no puede haber dos clases de europeos y de españoles. Y menos que cada vez estén más alejados, que sean más desiguales.

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