lunes, 27 de noviembre de 2017

Bajan los sueldos y Europa pide que suban


Es muy fuerte: la economía y los beneficios empresariales llevan 4 años subiendo pero los sueldos bajaron en 2016, por primera vez en 10 años. Y ahora, los españoles ganan 94 euros al mes más que en 2008 (+0,4%), un aumento ridículo que se ha comido la inflación (+11.7%). Para compararnos con Europa, sepamos que un español tarda 19 meses en ganar lo que un alemán en un año. O sea, tenemos unos sueldos de pena: el 30% de los trabajadores son mileuristas y el 70% ganan menos de 1.557 euros netos al mes. Y no solo es injusto que los sueldos no se beneficien de la recuperación, es que además pueden ponerla en peligro, porque no se reanima el consumo y hacen peligrar las pensiones. Por ello, la Comisión Europea y el BCE acaban de pedir que los sueldos suban en Europa. Mientras, los salarios perderán poder adquisitivo en España, en 2017 y 2018. Y así se frena el crecimiento y el empleo.


enrique ortega

El INE acaba de dar la alerta: el salario medio de los españoles bajó en 2016, por primera vez en los últimos 10 años: el sueldo bruto fue de 1.878,1 euros al mes, un 0,8% menos que en 2015, según el Decil de Salarios de la EPA 2017. Ese es el sueldo bruto y si descontamos cotizaciones y otros conceptos, quedaría en 1.596 euros netos en 12 pagas (o 1.368 euros netos en 14 pagas). Un sueldo muy bajo. Y esa es la media. Quiere decir que hay trabajadores que ganan menos. Concretamente, pueden hacerse tres bloques de sueldos entre los 15.282.000 asalariados españoles, según el INE. Un 30% (4,5 millones) son mileuristas: ganan menos de 1.229 euros brutos al mes (1.045 netos en 12 pagas o 895 euros netos en 14 pagas). Otro 40% de trabajadores (6,11 millones) están regular pagados: ganan entre 1.229,3 y 2.137 euros brutos al mes (entre 1.045 y 1.816 euros en 14 pagas y entre 895 y 1.557 euros en 14 pagas). Y sólo hay un 30% de asalariados (4,5 millones) relativamente bien pagados: ganan más de 2.137 euros brutos mensuales (más de 1.816 euros netos en 14 pagas o más de 1.557 euros netos en 12 pagas).

Como puede verse, los sueldos son bajos en España y apenas han subido en los últimos años. De hecho, el sueldo medio bruto anual ha pasado de 21.638 euros en 2008 a 22.771 euros en 2016, según la Encuesta de coste laboral del INE. Son 1.133 euros al año, 94 euros más al mes (+0,4%), un aumento mínimo que se ha comido con creces la inflación (+11,7% de inflación media en esos 8 años). Y ese ha sido el aumento medio de los que trabajan. Porque un joven que entra ahora a trabajar, recibe un sueldo que es un 12% inferior al que se cobraba en 2008, según FUNCAS. Y esta devaluación de los nuevos sueldos, causada por el alto paro y la reforma laboral de 2012, ha tirado de todos los sueldos a la baja.

Además de bajos, los sueldos en España son muy desiguales, según el Decil de Salarios del INE 2017. Primero, por sexos: las mujeres ganan un 20% menos que los hombres (1.661 euros brutos frente a 2.075), debido a que tienen empleos más precarios (más contratos temporales y a tiempo parcial) y en sectores peor pagados (servicio doméstico, comercio, administrativas y hostelería). Segundo, por edad: un 71,2% de los jóvenes menores de 25 años son mileuristas (ganan menos de 1.229 euros brutos) y cobran 7,7 euros la hora, la mitad de lo que cobran los mayores de 55 años (14 euros la hora). Tercero, por la formación: el 90% de los que tienen poca formación (la ESO o menos) son mileuristas o tienen sueldos medios (entre 1.229 y 2.137 euros brutos). Cuarto, por tipo de contrato: los trabajadores temporales ganan un 63% menos que los trabajadores con contrato indefinido y los que trabajan a tiempo parcial, unas horas, ganan el 35% de los que trabajan a jornada completa. También juega mucho la antigüedad (los que llevan más de 10 años trabajando ganan casi el doble que los nuevos) y el puesto de trabajo: los directores y gerentes ganan el triple que un camarero.

Con todo, un elemento clave de desigualdad salarial es el sector donde se trabaja, según los datos del INE. Los salarios más bajos se concentran en el servicio doméstico (832 euros brutos al mes, 7007 euros netos), el campo (1.159 euros brutos) y la hostelería (1.172 euros brutos) y los más altos en banca y seguros (3.126 euros brutos de media), eléctricas (3.070), información y comunicaciones (2.655) y educación (2.378 euros brutos). También cuenta mucho el tamaño de la empresa: el salario medio bruto en las pymes de menos de 10 empleados (1.363 euros mensuales) es la mitad que en una gran empresa (2.640 euros de sueldo medio bruto). Y ganan más, en general, los que trabajan para la Administración pública (2.623 euros brutos) que los que trabajan en una empresa privada (1.694 euros, un tercio menos), ganando más los funcionarios de las autonomías y menos los de los Ayuntamientos. Por último, hay mucha diferencia de sueldos por autonomías: donde más se gana es en el País Vasco (2.235 euros de sueldo medio bruto, un 19% más que los 1.878 euros de la media española), Madrid (2.165,8 euros brutos), Navarra (2.085), Asturias (1.957 euros) y Cataluña (1.952 euros). Y donde menos en Extremadura (1.613 euros brutos, un 14% menos que la media española), Murcia (1.628 euros), Canarias (1.631 euros) y Andalucía (1.686 euros).

Tras esta radiografía de los sueldos españoles, comparémoslos con los europeos. Según un estudio de Adecco, el sueldo medio bruto en España (2016) era un 15,4% inferior a la media de los sueldos europeos (1.636 euros frente a 1.934 euros). España se sitúa en la zona intermedia, con 12 paises europeos donde se gana más: en cabeza, Dinamarca, donde se ganan 3.637 euros brutos (más del doble que en España), Luxemburgo (2.986 euros) e Irlanda (2.668), seguidos de Alemania (2.576 euros, un 36,5% más), Reino Unido (2.395 euros brutos), Francia (2.249 euros) o Italia (1.977 euros). Y hay otros 15 paises con sueldos más bajos que España, de los que en 12 ganan menos de 1.000 euros brutos (Grecia, Portugal y 10 paises del Este, con Bulgaria (380 euros brutos de sueldo) y Rumanía (499 euros) a la cola.

La comparación de los sueldos españoles con la Europa rica se resume en este dato: un trabajador español necesita trabajar 19 meses para ganar lo que un alemán en un año. Y en este otro: España es el tercer país europeo con más porcentaje de trabajadores pobres, los que ganan menos del 60% de la renta media del país. Tenemos un 13,1% de trabajadores que pueden considerarse “pobres” aunque tengan un empleo (son 2 millones de asalariados), frente a un 9,5% de media en la UE-28 o en Alemania y Portugal, el 11,5% de Italia, el 8,6% en Reino Unido o el 7,9% en Francia. Y sólo nos ganan en porcentaje de trabajadores pobres Rumanía (el 18,9%) y Grecia (14,1%). Como para presumir de salarios.

España ya tenía antes de la crisis sueldos más bajos que Europa, pero ahora se ha agravado la brecha salarial porque los sueldos han subido menos en España en los últimos años, por el elevado paro y la reforma laboral aprobada por Rajoy en 2012. Así, los salarios en convenio, que habían subido un 12% entre 2007 y 2011, como si no hubiera crisis (y eso provocó una mayor pérdida de empleo) moderaron las subidas después, en 2012 (+1,16%), 2013 (+0,53%), 2014 (+0,57%), 2015 (+0,48%), 2016 (+1,06%) y 2017 (+1,4% hasta octubre). Y como los precios han subido más, los salarios españoles, además de bajos, han perdido poder adquisitivo, más que los europeos: un -8,6% entre 2008 y 2015, según el INE. Y aunque lo ganaron en 2016 (porque cayó la inflación media un -0,2%), volverán a perder poder adquisitivo en 2017 (la inflación media será del 2%) y en 2018 (1,6% de inflación prevista).

Estos datos de los salarios, con mínimas subidas que se come la inflación, contrastan con la recuperación de la economía (crece desde 2014) y sobre todo, con la recuperación de los beneficios empresariales, que crecen desde 2014. Así, las empresas españolas ganan ya un 1,6% más que antes de la crisis, según la Contabilidad nacional del INE (473.032 millones en 2016 frente a 465.182 millones en 2008). Y las grandes empresas del IBEX, que pelean por no subir los sueldos a sus empleados, han ganado un 18% más este año (31.683 millones hasta septiembre), mientras los sueldos de los convenios suben un 1,4%. Y con esto, los salarios han perdido un trozo en el reparto del pastel de la renta nacional (PIB): si en 2008 se llevaban el 51,6%, en 2016 era el 47,6%, mientras los beneficios empresariales mantienen su porción (42,2%) y aumentaba el trozo de renta nacional que se llevan los impuestos (de 8,8% en 2008 al 10,25% actual).

Mientras los trabajadores españoles apenas han visto mejorar sus sueldos, la competitividad de España no ha mejorado, sino que ha empeorado, a pesar del “sacrificio salarial”. Y eso porque hay otras cosas que cuentan a la hora de competir en Europa y en el mundo: los precios (la inflación lleva 15 meses seguidos subiendo más en España que en Europa), la moneda (el euro ha subido frente al dólar y eso encarece los productos españoles fuera de Europa) y otros costes, como la energía (la luz le cuesta a nuestras industrias un 28,3% más que a las alemanas y un 30,3% más que a las francesas, según Industria), el dinero (los créditos a empresas y familias son más caros en España), la distribución (hay demasiados “intermediarios” que suben los precios) y la logística (España compite peor por estar físicamente en un extremo de Europa). Así que de poco vale que los sueldos españoles no suban o incluso bajen (2016) si a las empresas les sube la luz, el dinero o el transporte.

Es hora de que suban más los salarios y dejemos de ser la China de Europa. Primero, por pura justicia, porque no puede ser que suban los beneficios de bancos y empresas pero no los sueldos de quienes trabajan. Pero también por pura economía: si los sueldos se estancan y se los come la inflación, las familias reducen su consumo, crecen poco las ventas, se crece menos y se crea menos empleo. Además, con sueldos bajos, los jóvenes no pueden pensar en independizarse y formar una familia y tener hijos, en un país envejecido donde cae la población. Y así, con menos gente trabajando y mal pagada es difícil asegurar el futuro de las pensiones, que tienen un “agujero” de 18.950 millones de euros.

Por todo ello, muchos expertos han empezado a pedir que suban más los salarios, como acaba de hacer la Comisión Europea: “sería importante para sostener la expansión en Europa”, ha dicho el economista jefe de la Comisión, preocupado porque la recuperación no avanza, por los riesgos económicos (subida del petróleo, el euro y, pronto, los tipos de interés) y políticos (Brexit, Trump, populismos y Cataluña). Y el presidente del BCE, Mario Draghi, ha pedido a los agentes sociales "que den prioridad a las subidas de sueldos" en Europa. Pero no parece que el Gobierno Rajoy ni los empresarios españoles estén por la labor. Por un lado, Hacienda ofrece a los funcionarios una  subida del 5,34% en los próximos 3 años (hasta el 8% con productividad), que los sindicatos consideran insuficiente. Y la patronal no ha sido capaz de llegar a un acuerdo salarial para 2017 y tampoco parece posible lograrlo para 2018, al ofrecer subidas del 1,5 al 2%, que apenas cubrirían la inflación prevista (1,6%). Mientras, UGT pide un 3% de subida salarial para 2018.

Si es verdad que la economía se recupera, tienen que subir más los salarios, sobre todo en los sectores y empresas que han recuperado sus ventas y beneficios, que han salido claramente de la crisis. Hay que buscar un pacto salarial con un calendario de subidas importantes a cuatro años vista. Y en paralelo, Gobierno y oposición deben pactar una mayor subida del salario mínimo, que está en 707 euros, para colocarlo en 1.000 euros de aquí a cuatro años (en Alemania o Francia, el salario mínimo está hoy en 1.480 euros). Sólo así, con sueldos dignos, puede alimentarse el consumo, el crecimiento y el empleo. Claro que para eso hace falta, en paralelo, reducir la precariedad laboral, porque si los salarios españoles son tan bajos es porque un tercio de los contratos son precarios y mal pagados. Sólo con contratos decentes se pueden conseguir sueldos decentes. Empecemos a mejorar ambos. No podemos seguir siendo la China de Europa. Porque tirar los sueldos no basta para competir mejor. Y arruina al país, además de hundir a la mayoría de las familias.   

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