jueves, 17 de julio de 2014

Otro palo al alquiler


La “mini reforma” fiscal aprobada por el Gobierno no sólo baja impuestos (poco) a algunos (rentas bajas y altas). También perjudica a otros, como a los caseros e inquilinos, a los que quitan o reducen las ayudas al alquiler desde 2015. Es un palo más que se une a otras medidas contra el alquiler tomadas en 2013 por el Gobierno Rajoy : supresión de ayudas a los jóvenes para alquileres, endurecimiento del resto de ayudas, recortes de incentivos fiscales y un Plan de Vivienda 2013-2016 que apenas promueve viviendas en alquiler. Ahora que el alquiler estaba despegando, la supresión de ayudas va a reducir y encarecer los alquileres, sobre todo a los jóvenes. Y aumentarán los desahucios por impagos. Además, los que no pueden pagar un alquiler normal, tampoco tienen alquileres sociales bajos. Sobran viviendas vacías (6 millones) y muchos jóvenes y familias siguen sin casa y viviendo con sus padres. Y ahora, con el recorte fiscal del Gobierno, tienen aún más difícil alquilar.
enrique ortega

La “mini reforma” fiscal  aprobada por el Gobierno Rajoy incluye dos medidas que son un torpedo al alquiler. Una, elimina la deducción por alquiler de la que se benefician los inquilinos desde enero de 2008: hasta ahora, los inquilinos con bases imponibles hasta 24.107 euros podían deducirse en el IRPF (Renta) un 10,05% del alquiler que pagan, con un máximo de 9.040 euros anuales. El otro cambio afecta a los caseros: hasta ahora no tenían que declarar en la Renta (IRPF) el 100% del alquiler recibido si su inquilino/a tiene menos de 30 años y tenían el 60% exento si tenía más de 30 años. Ahora, esa cantidad exenta queda en el 50% del alquiler, tenga el inquilino/a la edad que tenga.

Estos cambios afectan a los contratos de alquiler que se hagan a partir del 1 de enero de 2015, no a los actuales. Pero como todos los alquileres tienen que renovarse a los cinco años,  al final acabará afectando a los 2,5 millones de alquileres que hay en España. Un truco para retrasar estos cambios es firmar un nuevo contrato antes de diciembre, pero en cinco años sufrirá igual los recortes. Ahora queda ver qué hacen las autonomías, si también aplican en 2015 (año electoral) recortes a las ayudas que algunas dan al alquiler (Madrid, Valencia, Aragón o Canarias) o a los jóvenes que alquilan (Galicia, Castilla y León, Castilla la Mancha, Cantabria y Andalucía).

La supresión de la ayuda estatal afectará a más de 820.914 inquilinos, que fueron los que dedujeron su alquiler en 2011 (ahora hay más alquileres), con una deducción media de 215 euros anuales por inquilino. Y el recorte en el alquiler exento afectará también a más de un millón de propietarios: 1.184.103 caseros no tributaron en 2011 por todo o parte de lo cobrado por alquiler. En total, las dos medidas supondrán un ahorro para Hacienda de 256 millones de euros y podrían alcanzar hasta 400 millones cuando los cambios lleguen a todos los alquileres. Un ahorro mínimo y muy dañino para el alquiler que contrasta con los 2.000 millones anuales que cuestan las ayudas fiscales a la compra de pisos (anteriores al 1 de enero 2013), que el Gobierno Rajoy mantiene (son 5,8 millones de contribuyentes/votantes) , a pesar de las críticas de la Comisión Europea y el FMI, que creen debían suprimirse.

Esta “mini reforma” fiscal al alquiler es injusta y discriminatoria, porque quita totalmente la deducción al inquilino (la parte más débil, con menos ingresos) y la mantiene, aunque recortada, al propietario. Y además, penaliza fiscalmente a los más jóvenes, a los menores de 30 años: antes, el casero que alquilaba a un joven deducía todo el alquiler y ahora le da igual la edad del inquilino, porque recibe siempre la misma exención (50%). Esto es especialmente grave en España, donde casi la mitad de los jóvenes de 18 a 29 años se ven obligados a vivir con sus padres, según Eurofound.

La primera consecuencia de estos recortes fiscales al alquiler es que puede haber menos alquileres, ya que ahora, sin ayudas fiscales, al inquilino le resultará más caro alquilar. Además, al casero también le compensará fiscalmente menos alquilar, con lo que se teme que pueda haber más “alquileres en negro”, sin declarar: ahora son unos 200.000 y podría haber 100.000 más con estos recortes, según Arrenta, lo que supondría un “mercado negro” de 2.160 millones de euros que escaparían al Fisco. La segunda consecuencia de estos recortes es que pueden forzar que los caseros suban el alquiler, ahora que tienen menos ayudas. Y si esto es así y el inquilino no las tiene ya, aumentarán los desahucios: ya en 2013, más de la mitad de todos los desahucios fueron por impago de alquileres (37.625).

Estos recortes se suman a otras medidas tomadas antes por el Gobierno Rajoy contra el alquiler, cuando España es un país de propietarios y tenemos el porcentaje de alquileres más bajo de Europa: un 16,1%, según el INE, frente al 38% en la UE (y el 46% en Alemania). Por un lado, en junio de 2013, el Gobierno suprimió las ayudas a los jóvenes para que alquilaran y  endurecieron las ayudas generales al alquiler. Por otro, liquidaron la Sociedad Pública de Alquiler y redujeron las ayudas fiscales a inquilinos y propietarios, que ahora se vuelven a recortar. Además, en el Plan de Vivienda 2013-2016 destinaron sólo 65 millones anuales a promover viviendas en alquiler, lo que da para unas 2.000 al año. Una miseria para un país que sólo tiene un 2% de vivienda pública en alquiler, frente al 15% de Francia o Reino Unido.

Mientras el Gobierno Rajoy no apoya al alquiler, por mucho que lo diga, el mercado de alquileres ha ido creciendo, por la crisis (no hay dinero ni hipotecas para comprar) y porque muchos propietarios han optado por alquilar al no poder vender su piso, sobre todo tras aprobarse una Ley de Fomento del alquiler (en vigor desde junio 2013) que agiliza los procedimientos para desahuciar a un inquilino (en 10 días) si no paga. Con ello, el porcentaje de alquileres ha pasado del 11,4% en 2001 al 16,1% en 2013, según el INE. Y al haber más alquileres, han bajado los precios del alquiler, un 31,5% desde 2007, según Fotocasa.

Ahora, en 2014, esa bajada parece haber tocado suelo: en el último semestre, los alquileres han subido una media del 0,60%, según un sondeo de Enalquiler.com. Todavía hay 37 capitales en los que los alquileres bajan en el último año (incluidas Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Pamplona y Alicante) pero ya son 14 las ciudades donde los alquileres suben (entre ellas, Madrid, Sevilla, Las Palmas, Santa Cruz y Coruña). El alquiler medio está en 662 euros, pero hay ocho capitales con alquileres superiores, sobre todo Madrid (1.209 €), San Sebastián (1.014), Bilbao (982), Sevilla (897) o Barcelona (888), que contrastan con las capitales más baratas, Huesca (370 €), Ávila, Orense o Castellón (sobre 400) y Cuenca (423).

Ahora, con la “mini reforma” fiscal de Rajoy, los alquileres podrían subir más y dificultar su acceso a las familias con menos recursos, que ya hoy no pueden alquilar: si la mitad de los españoles viven con menos de 1.000 euros al mes, según Eurostat,  resulta difícil que paguen un alquiler medio de 662 euros. Así que a un gran número de españoles (parados, emigrantes, jubilados y jóvenes) sólo les queda la opción del alquiler social, hasta 200 euros mensuales. El problema es que apenas hay: España sólo tiene un 1% de alquileres públicos sociales, frente al 20% o más en Francia, Reino Unido, Holanda, Austria, Finlandia o Dinamarca. Y Alemania paga incluso el alquiler a los parados de larga duración. Mientras, aquí, autonomías y Ayuntamientos están desbordados de peticiones de alquileres sociales de familias y ONGs.

Para ponernos a nivel europeo, España debería promover un millón de alquileres sociales. Se puede. Por un lado, incorporando al parque público de alquiler las 15.000 viviendas de protección oficial (VPO) vacías que no se venden. Por otro, sumando las 76.000 viviendas vacías del banco malo (SAREB), que se están vendiendo a fondos extranjeros para que especulen. Y dando suelo gratis y financiación barata a Ayuntamientos, ONGs y Fundaciones para promover pisos de alquiler social: con 1.000 millones (la octava parte de lo perdido con NovaGalicia Caixa) se podrían hacer 20.000 viviendas sociales al año para alquilar  Con estas tres medidas, se podría tener en cinco años un parque de 200.000 viviendas de alquiler social, para cubrir las necesidades más urgentes. Y negociar con bancos y Cajas para que cambien los desahucios por hipotecas impagadas en alquileres sociales.

El alquiler es la vía más sencilla y barata para resolver el problema de la vivienda en España. Habría que duplicar los alquileres para ponerse a nivel europeo, hasta llegar a los 5 millones de viviendas en alquiler, algo perfectamente posible porque hay 6 millones de viviendas vacías. Pero para ello, hace falta apoyar al alquiler, no suprimir o recortar las ayudas. Y en el caso de las familias y jóvenes sin ingresos, darles una salida con los alquileres sociales. La vivienda es un serio problema sin resolver. Y Rajoy sigue penalizando al alquiler.

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