jueves, 3 de octubre de 2013

Presupuestos 2014: estancamiento sin empleo


Dice el Gobierno que son los Presupuestos de la recuperación, pero no es cierto: en 2014 apenas creceremos, se destruirá empleo (-30.000) y seguirán los recortes del Estado del Bienestar. Son los Presupuestos del estancamiento, de un país que no crece porque el Gobierno ha elegido recortar el déficit y hundir el consumo (subiendo impuestos y congelando sueldos y pensiones) y la inversión pública, en lugar de reanimar la economía para crecer más y crear empleo. Un camino que lleva a recaudar menos, a no cumplir el déficit y a hacer más ajustes, recortando crecimiento y empleo. Un país con el doble de paro que Europa no puede regodearse en crecer un 0,7% (si se consigue): hay que crecer más del 2%, reanimando el consumo y la inversión, recaudando más de los que más tienen. Ir por otro camino. Después de tres Presupuestos con recortes, Rajoy ha perdido 1.230.000 empleos.

                                                                                      Enrique Ortega                                                                    
Los Presupuestos 2014, como los dos anteriores, son los Presupuestos del ajuste. Su objetivo, obligado por Bruselas pero defendido por Rajoy es recortar el déficit público, del 6,5% pactado para este año al 5,8%. Eso supone otro ajuste de 7.200 millones, que se busca por dos vías: aumentando ingresos y recortando gastos. El Gobierno dice que no sube impuestos para 2014, pero lo que no dice es que ya los subió, al llegar al poder, para 2012, 2013 y 2014. Así que el año que viene volveremos a pagar más impuestos: en renta (IRPF), IVA al 21 %, más IBI a los Ayuntamientos y más impuesto de sociedades (empresas). Y además, habrá subidas nuevas: pagaremos más por alcohol y tabaco, nuevos impuestos verdes (afectarán a compradores de algunos electrodomésticos) y más IVA (del 10 al 21%) en algunos productos sanitarios y notarios. En total, 4.230 millones más de recaudación a costa de nuestros bolsillos.

Por el lado del gasto, vuelven los recortes para 2014. Primero, a los funcionarios: se les congela el sueldo (por cuarto año, tras el recorte del 5% en 2010) y se reducen 13.435 funcionarios más (a sumar a los 400.000 empleos públicos ya perdidos). A los pensionistas, se les revisarán las pensiones un 0,25% en 2014, frente al 1,3/1,5% que subirá el IPC, con lo que volverán a perder poder adquisitivo, como la mayoría de trabajadores (los costes salariales caerán otro -0,6%). Y se recortan otro 4,7% los gastos de los distintos Ministerios, la puntilla al Estado del Bienestar tras tres años de duros ajustes : Sanidad (-0,4%), Educación (sólo suben 250 millones las becas y cae casi todo lo demás), Dependencia (-0,1%), Justicia (-2,3%), Cultura (-0,7%), tecnología (la partida en I+D+i sube 71 millones pero en realidad cae sobre 2013 por el crédito extraordinario de 104 millones aportado este verano), ayuda al Desarrollo (cae otro 5%) y subsidios a parados (2.227 millones menos que en 2013). Y vuelve a caer un 9,8% la inversión pública, que retrocede al nivel de hace 25 años.

La caída de la inversión pública, sobre todo en infraestructuras (-7,2%) afectará más a seis autonomías, muy preocupadas por nuevas caídas del empleo en 2014: Asturias (-31,6% de inversión pública), Murcia (-27%), Cataluña (-25,5%), Castilla la Mancha (-19,8%),Madrid (-12,8%) y Castilla y León (-12,1%). Pero no será su único problema: en 2014 cae también un 13,6% el dinero que el Estado central transfiere a las autonomías. Contarán con 3.332 millones menos. Con este nuevo recorte, las autonomías tendrán que hacer nuevos ajustes en sus Presupuestos 2014, sobre todo en sanidad, educación , Dependencia y gastos sociales, servicios públicos tan deteriorados ya que no aguantan muchos más recortes.

Al final, el efecto de esta congelación de sueldos y pensiones, más los recortes en el gasto y la inversión, es una caída del consumo (privado y público), que restará crecimiento a la economía (-0,4%, menos que en 2013 porque el ajuste es ahora menor, gracias a que Bruselas abrió la mano en mayo con el déficit 2014). Con ello, el único motor que tire de la actividad serán las exportaciones (+1,2%), otro año más, aunque menos que en 2013. Eso deja el escaso crecimiento de España, un +0,7% en 2014, en manos de Europa y el comercio mundial, que podría crecer menos, con el hándicap además de un euro fuerte (+1,36 dólares). Eso si conseguimos crecer ese 0,7%, ya que el FMI vaticinó en julio un crecimiento cero para España en 2014 y la OCDE, en mayo, un 0,4%, que la Comisión Europea sube al +0,9%.

Todo apunta a un crecimiento entre 0 y 0,8% en 2014, tan ridículo que no se creará empleo neto: el Gobierno estima una nueva pérdida de -30.000 empleos en 2014, tras haber perdido Rajoy otros 1.230.000 empleos entre 2012 (-720.000 empleos) y 2013 (-510.000). La propia patronal CEOE estima que en 2014 se pierdan 20.000 empleos, aunque el Gobierno hace “ingeniería laboral” y se saca de la manga crear +15.000 empleos netos a tiempo parcial en 2014. Un balance tan pobre para un país con 6 millones de parados que resulta provocativo  oír hablar de “los Presupuestos de la recuperación”. Y más cuando estiman un 25,9% de paro en 2014, un 0,7% menos porque muchos parados dejarán de buscar trabajo (“desanimados).

Al final, son los Presupuestos de un país estancado, que sólo crecerá unas décimas, insuficiente no sólo para crear empleo sino para recaudar lo previsto y reducir el déficit lo prometido. Ya pasó en 2012 y puede volver a pasar en 2013: no se consume, no se crece, no se recauda y hay que hacer más recortes o subir el IVA, con lo que se crece menos, hay más paro y menos consumo, se recauda menos y vuelta al círculo vicioso. Y encima, la deuda pública crece sin parar y en 2014, España deberá más de un billón de euros: en dos años de Gobierno Rajoy, ha crecido en 200.000 millones, más que con toda la etapa Zapatero.

En definitiva, la política de ajustes de Rajoy hunde el consumo, el crecimiento y el empleo, apenas recorta el déficit y aumenta la deuda pública. Hay que ir por otro camino: poner el empleo y no el déficit como el objetivo central de los Presupuestos, tratando de crecer al menos un 2%, para crear empleo de verdad. Y para eso, hay que hacer otra política, con varias patas. Una, reanimar el consumo, con subidas de sueldos de funcionarios y pensiones y mayores subidas salariales (a cambio de más productividad). Otra, rebajar impuestos a la mayoría y subirlos a los más ricos, grandes empresas y multinacionales, reduciendo el fraude fiscal: en este blog he explicado que podrían recaudarse 50.000 millones más sin subir impuestos a la mayoría. La tercera, fortalecer el Estado del bienestar, dedicando por ejemplo los 2.000 millones que ahorraremos en intereses de la deuda en 2014 a mejorar la educación y la sanidad. Y cuarta, destinar más recursos a fomentar la inversión pública (en infraestraestructuras necesarias, no obritas como el Plan E) y privada (con ayudas a la industria, investigación, turismo, exportaciones y energías alternativas), así como a la formación de parados y a subvencionar nuevos empleos.

Se trata de reanimar la economía, como ha hecho EEUU, Brasil o China, para que crezca con más fuerza y cree empleo. Bruselas lo aceptaría, si ingresamos más (bajaría el déficit), por la excepción española: tenemos el doble de paro que Europa y con recortes no lo arreglamos. Y los mercados están más preocupados por nuestro paro y nuestro estancamiento que por el déficit: si no crecemos, hay más riesgo de que les paguemos.

Es hora de cambiar de política. Quizás salgamos de la recesión en 2014, pero seguiremos en crisis por varios años más (hasta 2018, según el FMI), con un nivel de paro insoportable y una pobreza creciente, que exigen otras medidas, probar otros caminos, que han dado frutos antes en muchos países. No pierdan otro año. Muchos españoles no aguantan más.   

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