miércoles, 11 de abril de 2012

Estados Unidos despega, pero despacio


La esperanza de la recuperación mundial está puesta ahora en Estados Unidos, que crece y crea empleo (poco) frente a una Europa en recesión, un Japón que languidece a un año del tsunami y una China y países emergentes que crecen menos, aunque mucho. EEUU ha creado 3,9 millones de empleos en dos años, gracias a las políticas de estímulo de Obama, que se juega la relección en noviembre con la carta del empleo. La crisis del euro, la fortaleza del dólar y el temor a un repunte del petróleo son los grandes riesgos de la recuperación norteamericana, débil hasta 2014. España se juega mucho en el despegue de EEUU: es nuestro sexto país comprador, sus turistas son los que más gastan  y es el segundo destino inversor de nuestras empresas fuera de Europa. ¡Good luck ¡
enrique ortega

En agosto de 2011, Estados Unidos parecía al borde del precipicio, en medio de  la batalla política por la elevación del límite de la deuda que llevó a S&P a quitarle su histórica triple A. Pero ahora, ocho meses después, los ojos  están puestos en la primera economía del mundo, que crece más (en torno al 2%) y ha creado 3,9 millones de empleos en los últimos dos años, 734.000 en los últimos tres meses (el mejor dato desde principios de 2006), bajando el paro al 8,3%, el nivel más bajo en tres años.

Con el empleo, ha mejorado algo el consumo, se venden más coches, mejoran los beneficios empresariales y las Bolsas están por encima de antes de la crisis. Y hay dos problemas que originaron la actual recesión que están corrigiéndose: los precios de la vivienda han vuelto a niveles de 2003 (aunque no hay demanda) y se ha reducido mucho la deuda privada. De hecho, los norteamericanos están desendeudándose desde 2008, lo que no han hecho los europeos, según un informe de McKinsey.

Este crecimiento USA no es casual: es fruto de las políticas de estímulo de la Administración Obama, que inyectó 825.000 millones de dólares  a poco de tomar posesión y que en septiembre 2011 aprobó otro Plan de estímulos de 447.000 millones, con inversiones en infraestructuras, ayudas a los Gobiernos estatales y locales (muchos quebrados) y la extensión a 2012 de las ayudas a parados y rebajas fiscales sobre las nóminas, que había heredado y mantenido de Bush. Además, la Reserva Federal (el banco central USA) ha hecho dos grandes inyecciones de liquidez (2,32 billones de dólares), con el dinero gratis (al tipo 0-0,25 % desde 2008 hasta 2014), mientras el BCE  subía los tipos europeos al 1,5 % en 2011. Gasto público, rebajas fiscales y dinero barato y abundante son la gasolina que ha reanimado la economía USA, frente a los duros recortes europeos que nos han llevado a la recesión.

El crecimiento norteamericano es “insuficiente, débil y vulnerable”, según el equipo Obama, que apuesta por crecer este año un 2,2-2,7%, frente al 1,8-2,5% que vaticinan el FMI, la OCDE y el BM. Haría falta crecer por encima del 3% para crear empleo suficiente y eso no se espera hasta 2014, siempre que no pinche la recuperación. La mayor preocupación de la Administración Obama es el contagio de la crisis europea, por lo que exigen a Bruselas que duplique el cortafuegos  del Fondo europeo de rescate y suavice los ajustes, ya que la recesión europea (y el menor crecimiento de China) reduce las exportaciones y el crecimiento norteamericano. La otra gran preocupación es el petróleo, ya que si dispara su precio por la crisis de Irán, abortaría la recuperación USA (y del mundo).

A nivel interno, la clave es la pelea política entre demócratas y republicanos por el Presupuesto 2012-2013, que Obama presentó en febrero. Su prioridad es seguir creciendo y a la vez recortar el déficit (9,6% PIB en 2011) en 4 billones de dólares los próximos diez años. Para conseguir ambos objetivos, la receta Obama es subir impuestos a los más ricos (pagan menos que sus secretarias), más inversiones en infraestructuras y educación y recortes en gastos militares y en el costoso modelo de asistencia sanitaria y social. Al final, todo va a depender de las elecciones de noviembre, donde se juegan dos modelos: seguir reanimando la economía bajando el déficit o recortar gastos más drásticamente, como en Europa, lo que frenaría la recuperación y el empleo.

Nosotros no votamos, pero España se juega mucho en que EEUU despegue. Es el 6º país al que más exportamos (7.889 millones € en 2011) y donde más crecen nuestras ventas, salvo China, Rusia o el norte de Europa. Recibimos 1.148.186 turistas norteamericanos, que gastan más del doble que los europeos (2.064 € por persona). Y EEUU es el segundo destino inversor de nuestras empresas fuera de Europa, con 32.700 millones de euros invertidos, siendo España el país europeo con mayor crecimiento inversor en USA. En los últimos años, las empresas españolas han ganado un centenar de concursos en EEUU (10.000 millones €) y tenemos fuerte presencia en energías renovables, infraestructuras, telecomunicaciones, alta velocidad, tecnología médica, gestión del agua y alimentación. Y si gana Obama y se aumentan las inversiones en infraestructuras, se beneficiarán nuestras empresas.

La clave de la recuperación norteamericana está en mantener los estímulos al crecimiento y recuperar la competitividad de su industria, frente a China y los emergentes. Con todo, Obama se juega la reelección en el empleo: a los norteamericanos les preocupa más el paro que el déficit (y a la Reserva Federal, al contrario que al BCE). Hay 13 millones de desempleados, un 45% que llevan más de 6 meses en paro. Y le va a resultar difícil bajarlo del 8 % en noviembre, más alto que se lo encontró (7,8% enero 2009). Pero muchos norteamericanos saben que con los recortes que defienden los republicanos (y que han aplicado muchos Gobiernos federales y locales), habría más paro. Por eso puede volver a ganar Obama. Si la economía no le falla. Por nuestro bien, esperemos que no.

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