viernes, 28 de enero de 2011

Reforma de pensiones: un recorte duro,mal repartido e insuficiente

Lo llaman reforma de las pensiones pero se trata de un recorte puro y duro, más drástico que el de otros países, presionado más por otro intento del Gobierno de calmar a los mercados que por hacer una reforma meditada y con futuro. Un recorte que se traducirá en un 20% menos de pensión para los futuros jubilados y que sufrirán sobre todo los mayores de 55 años, los jóvenes, las mujeres y los autónomos. Y un recorte que puede ser insuficiente en pocos años, si España sigue sin fomentar la natalidad y si nuestra economía no consigue crear más empleos para que coticen. Y si pensamos sólo en recortar gastos y no en subir ingresos vía cotizaciones. Claro que muchos prefieren que esos pagos extras los dirijan los españoles a los planes de pensiones privados, en vez de a la Seguridad Social.

El sistema de pensiones hay que estar siempre retocándolo: se reformó en 1.985 (con huelga general) y en 1997 (con acuerdo sindical y parlamentario).Ahora había una razón de peso para las reformas: España, como el resto de Europa, envejece: para 2060 se van a duplicar los mayores de 65 años y habrá dos personas en edad de trabajar por cada jubilado, cuando ahora son cuatro. Y eso va a aumentar el gasto en pensiones, que ronda los 110.000 millones de euros. Hasta aquí bien, pero dos precisiones. Una, el sistema no entraría en déficit, con la hucha de la SS, hasta 2029. Y dos, España es de los países europeos con menos peso del gasto en pensiones: 8,9% del PIB, menos que Italia (14%), Francia (13,5%) o Alemania (11,6%). Y seguiríamos gastando menos que la UE hasta 2060, en que ya gastaríamos más.
Hay que hacer la reforma, pero gradualmente. Incentivando a la gente que pueda para que se jubile después de los 65 años y prohibiendo las jubilaciones anticipadas (la mitad del total), como las pactadas para las Cajas con dinero público. Pero ahí entra Zapatero, queriendo de nuevo aparecer como el alumno más aplicado ante los mercados. Y no sólo aumenta la edad de jubilación obligatoria de 65 a 67 años, (hay 6 países europeos que lo han hecho y 7 que no lo han tocado o sólo  incentivan ampliarla),aumentando la cotización de 35 a 37 años para tener el 100% de pensión, sino que toma otras dos medidas duras: ampliar el periodo de cotización de 15 a 25 años (más años, menos base media) y  pasar de 35 a 38,5 años de cotización los mínimos exigidos para jubilarse con el 100% (sólo el 2% de los trabajadores ocupados actuales ha cotizado más de 35 años).Y sube la jubilación anticipada de 61 a 63 años, pero perdiendo un 7 % de pensión por cada año antes que uno se jubile de los 67.
En consecuencia, el recorte de la pensión será drástico: una media del 20 % a partir de 2027. Y eso en un país donde la pensión media, 785 euros hoy, es el 63% de la jubilación media de la Unión Europea, según los técnicos de Hacienda. Y donde uno de cada cinco jubilados está en riesgo de pobreza.
El recorte afectará sobre todo a los españoles que tienen menos de 49 años, tres de cada cuatro trabajadores con empleo. Pero la reforma se va a cebar en cuatro grupos de españoles: jóvenes (empiezan tarde a trabajar y cotizan poco y mal), mujeres (la mitad ni trabajan ni buscan trabajo y las que lo hacen, ganan y cotizan entre un 17 y un 35% menos que los hombres), autónomos (el 95% cotiza por la base mínima) y, sobre todo, mayores de 55 años. Aquí, basten dos datos: en España sólo trabajan el 43 % de los mayores de 55 años (en la OCDE es el 52%) y sólo una de cada tres personas de entre 60 y 64 años está trabajando. Los mayores de 55 años, muchos de ellos parados sin futuro, tardarán dos años más en jubilarse. Y encima, los que están trabajando, tardarán 2 años más en dejar su puesto a uno más joven, con lo que serán 240.000 empleos menos disponibles cada año.
Además de drástico y mal repartido, el recorte va a ser insuficiente. Porque el problema de España no es sólo que las pensiones se van a duplicar entre 2010 (8,8 millones) y 2050(17 millones), sino que la economía apenas va a crear empleo y los cotizantes a la SS se van a estabilizar (de 17,6 a 19,3 millones en 2050). Ahí está el problema: hay que conseguir que trabaje más gente, lo que pasa por fomentar la natalidad y un sistema que cree más empleo. En Alemania, con menos del doble de población de España (82,5 millones frente a 47) trabajan 40,3 millones de personas, frente a 18,4 en España. O sea, que en Alemania trabaja casi la mitad de la población total (49%) y aquí sólo poco más de un tercio (39%).
Otras medidas pasarían por tocar no sólo los gastos, sino también los ingresos, por dos vías: destinar más dinero del Presupuesto a la hucha de las pensiones cuando salgamos de la crisis y aumentar algo las cotizaciones. Al final, los trabajadores tendrán que pensar en pagar a un plan de pensiones privado, para compensar el recorte de las pensiones públicas. ¿Por qué no plantear entonces que hagan un pago extra a la SS, para asegurar el sistema? Pero claro, este mensaje no les gustaría a los conservadores europeos ni a los mercados…
Al final, se ha buscado el consenso para vendernos esta reforma como la única posible. Los sindicatos se prestan a la foto del acuerdo el miércoles con mínimos logros (bajar la exigencia de 41 años a 38,5, además de dos “detalles” con las madres y los becarios). Y tanto CiU como PNV y CC dan la cobertura parlamentaria a cambio de concesiones varias para sus autonomías, sin que el PP sepa qué hacer salvo clamar ahora por quitar los privilegios a las pensiones de diputados y senadores, que está por ver. Unos y otros, como el Gobierno, han tratado de salvar la cara con un recorte que no les afecta y que va a cargar sobre las generaciones futuras, sobre los jóvenes actuales, que van a tener que trabajar desde los 26 años sin dejarlo ni un día para poder jubilarse con el 100% de una pensión recortada. “El que venga detrás que arree”. Ojo: son nuestros hijos.

2 comentarios:

  1. Yo creo que la reforma de las pensiones era una de las asignaturas pendientes que tenía nuestro país, era necesario realizar las reformas, pero aunque muchos políticos de distintas ideologías veían el problema que se nos estaba avecinando, nadie quería ponerle “el cascabel al gato”.
    Nuestro país por desgracia tiene muy poca natalidad y la pirámide de la población está invertida, esto quiere decir que hay muy pocos nacimientos y la población está muy envejecida, nuestros mayores cada vez son más gracias a la alimentación, la sanidad, la dieta mediterránea, etc.… Además se ha favorecido las prejubilaciones. Nuestros jubilados, pueden pasar fácilmente una media de 20 años cobrando la pensión, sin embargo muchos de ellos han cotizado durante pocos años, esto añadiendo a que cada vez son menos los que trabajan y cotizan hace que tengan que trabajar dos personas para pagar a cuatro pensionistas y esto supone un aumento de los gastos que se tiene que soportar.
    Por ello aunque es una medida antipopular, creo que el aumento en dos años de la edad de jubilación era necesario para que las arcas del estado estén saneadas, para que nuestros padres puedan tener una pensión garantizada ya que llevan muchos años trabajando. Hasta hace unos años había trabajadores por cuenta propia que cotizaban los quince últimos años para así percibir una pensión pero los anteriores no estaban dados de alta. Esto ahora no ocurre porque hay más control.
    Pero el problema ahora está en que muchos con la crisis, no encuentran trabajo y tendrán difícil tener los años necesarios para poder cobrar la jubilación porque el trabajo escasea en la actualidad y esta crisis tardará en remontar, pero para que la crisis acabe necesitamos optimismo, ideas y trabajar para superarla en vez de lamentarnos y cruzar los brazos.

    Mónica Garcés Palacios, IES Jerónimo Zurita 1011B1D08

    ResponderEliminar
  2. En mi opinión, esta reforma es tan dura como necesaria. Es obvio que a nadie le gusta esta medida que el gobierno ha tomado, pero tenemos que entender que el nivel de vida de las personas va subiendo, y con el nivel de vida la calidad y con la calidad la esperanza de vida; y nos encontramos con personas que merecidamente se jubilan a los 65 años pero que los trabajadores van a tenerles que pagar una pensión durante al menos 15 años más, y el problema es el de siempre, que actualmente no hay ni trabajadores ni por lo tanto dinero.
    La parte negativa de esta reforma es que se ha tomado en una época en la que los ciudadanos están enfadados, disgustados e indignados, y por lo tanto no comprenden como el gobierno trata de conseguir dinero de esta forma en vez de utilizar otras vías. Pero como ya he dicho, esta reforma es necesaria. Por supuesto que no todos los trabajos son iguales, ya que sería impensable que un obrero estuviera trabajando a los 67 años o más; pero por otra parte también es verdad que hay muchísimas personas que han abusado de la jubilación y que a los 60 ya estaban cobrando la pensión en sus casas pudiendo trabajar perfectamente; así que ni tanto ni tan poco. El dinero para pagar las pensiones a todos los jubilados no nos va a caer del cielo, y si no hay, pues tendremos que aguantarnos y trabajar un poco más de tiempo, porque al fin y al cabo, el día de mañana seremos nosotros los que disfrutemos de esa pensión.

    Victoria Zueco Aranda.IES Jerónimo Zurita (1011B1D21)

    ResponderEliminar