domingo, 14 de noviembre de 2010

Irlanda: Una tregua inestable con España al fondo

Por si no tuviéramos bastante con la crisis de cada día, salta de nuevo la incertidumbre en los mercados financieros, con Irlanda de protagonista y España al fondo. ¿Qué está pasando?. Irlanda es el país de Europa con más déficit público (un 32 % de su riqueza), como secuela de la crisis y por haber destinado 50.000 millones de euros a salvar a sus bancos. Y lógicamente, los inversores o se deshacen de la deuda irlandesa o les piden casi un 11% por financiarles, cuando están comprando deuda alemana a 10 años al 2,5 % (a España nos piden el 4,5%). El riesgo es que Irlanda quebrara como país y tuviera que pedir ayuda al Fondo de Rescate europeo que se creó en mayo para salvar a Grecia (recibió 110.000 millones de euros en préstamos).

Pero esta semana, Alemania echó  más leña al fuego irlandés, al proponer que para el futuro Fondo de rescate europeo, a partir de junio de 2013, los acreedores privados que tengan deuda de un país con problemas asuman una quita de la deuda antes de que el país entre en el Fondo. O sea que si el inversor tiene deuda irlandesa por 100, sólo se le garantizaría cobrar por 70, por ejemplo. Los inversores y los mercados se pusieron de uñas y se lanzaron a vender deuda irlandesa o a prestar más caro a Irlanda (y de paso, a Portugal, Italia y España).
Los líderes europeos trataron de calmar los ánimos desde Seúl, pero Alemania volverá a la carga en diciembre, cuando se debata el nuevo Fondo, porque es el país que más paga: 120.000 millones de los 420.000 avalados por los 16 países del euro. Merkel, quizás con la ayuda de Sarkozy y Cameron, quiere lanzar un mensaje de dureza a los países “manirrotos” y a los que ganan dinero extra financiándolos: “no vamos a pagar los platos rotos”.
De momento, Irlanda no ha pedido ayuda a Bruselas y prepara un ajuste de caballo, con 15.000 millones de euros de recortes para diciembre. Irlanda no es Grecia: no necesita más dinero hasta el verano de 2011, su economía es más eficiente, pero es uno de los dos países del euro que decrece este año (-1,8%).El otro es Grecia (-4,5%).El tercero en este nefasto ranking es España, que sólo crece un 0,2 %. España no es Irlanda ni Grecia, tenemos mucho menos deuda y mucho menos déficit, pero formamos parte, con Portugal e Italia, de la otra Europa: la menos competitiva, la que menos crece, la que tiene un mayor agujero fiscal y comercial.
Y claro, los inversores, o no quieren prestarnos o nos prestan a un interés de usura. Y si cae Irlanda, el efecto contagio hará que España tenga que pagar mucho más por financiarse. Y eso, encarecerá el dinero para todos nosotros  y dificultará aún más la salida de la crisis. Pero no valen ya las frases de “España no es Irlanda”. Hace falta dar confianza a los inversores, con políticas económicas creíbles. Y hace falta que la Unión Europea sea un club unido, donde los más sanos salgan en ayuda de los más débiles. Ninguna de las dos cosas se cumple. Por eso estamos tan a merced de los mercados.

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